EIDHER OR BOSTON

      Tiene cinco años. Se llama Eidher y su sueño es ir a Boston. Hay niños afortunados a los que sus papás les pueden pagar cuotas mensuales por sus actividades extraescolares: música, inglés, deportes, talleres. No sé, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta euros. O el comedor del colegio, más básico, nada de extraescolares, que vivimos tiempos en los que hay también muchos niños que no sólo no pueden quedarse a comer con sus compañeros en el colegio por una cuestión económica, sino que ni siquiera en casa pueden disfrutar de pequeños antojos o grandes necesidades. 

     Eidher tiene una actividad extraescolar y extraordinaria, vital, y mensual, pendiente. Un mes. Cuesta 250.000 mil euros. Y a pesar de tener que pagar ese dineral, en su enfermedad, como las de sus compañeros de fundación y circunstancias, tiene su propio criterio de adaptación al sentirse afortunado, porque es mucho lo que tiene que pagar, un imposible en una vida normal, pero es que su vida no es normal, y aún así, sin el dinero, aún es mayor el problema de ser una plaza que le están reservando, un tiempo limitado, en el Boston Children's Hospital, especializado en enfermedades raras y que trabaja con niños. Le están reservando una plaza que no puede pagar, que no podríamos pagar la gran mayoría, y su padre, Juanka, cómico, conocido en Canarias que trabaja haciendo bolos, ha conseguido detonar su desesperación hasta que ha llegado hasta este rincón, en el que también queremos sumar nuestro sueño al de ese niño. Eidher & Boston. 

     He leído varios reportajes en distintos periódicos, casi todos con la misma información. Desesperados por conseguir el dinero. Un niño que sueña con vivir un mes rodeado por unos médicos que tal vez consigan darle la esperanza de seguir hacia adelante, tan pequeño y siempre al final del camino, lo contrario a esa utopía que Galdeano nos descubrió para caminar. Una utopía contracorriente, pero al fin y al cabo, al alcance de todas las manos, como ya dice su padre, hoy, mañana, la vida es ahora. 

     Un record guinnes, 66 bolos en una semana con la intención de recaudar dinero para esta causa. 

     Juanka, cuarenta y pocos años, ha solicitado una plaza en Supervivientes, pero ha llegado tarde, dicen. Aún y todo, tanto Mediaset como Telecinco han mantenido conversaciones con él. Y dice que que se ha intentando, que le ayudarán de todas formas. Que ya veremos.

      No lo sabemos, pero como aquí tengo un camino abierto hasta Boston desde cualquier punto del universo y siempre partiendo desde un pedacito de mi corazón, mi sueño ahora es  que Eidher consiga el suyo acompañado desde las historias que seguramente sepa ofrecernos su padre como superviviente, ya que ha hecho de su profesión, dentro de su durísima situación personal, la sonrisa y que los demás podamos disfrutar con él de la vida a pequeños ratos.

     No sé si Eidher puede andar. O hablar. Pero sabe dar abrazos mágicos que inundan de paz a un papá y una mamá que lo adoran y que buscan lo que todos, simplemente una oportunidad. Aunque los demás tenemos la suerte, sin saber valorarlo, de no tener que poner la vida en ello.

Eidher tiene que ir a Boston y nosotros, con Juanka, a Supervivientes. 

EL SUEÑO DE EIDHER

http://www.fundacioneidher.org/