domingo, 25 de mayo de 2014

TRES FINALISTAS Y UN PEGOTE

     Tengo que rendirme ante Rafa Lomana y ante Yong Li. Cuando empezó esta aventura los concursantes que daban juego y nos llenaban las tardes de historias eran los del grupo de estos dos supervivientes tan dispares y sin embargo con un fondo común tan parejo. Junto con Leo formaban ese trío que no se adaptaba al de las grandes estrellas empeñadas en no perder su glamour ni superioridad. Ambos son nobles, tienen un gran corazón y muestran lealtad al compañero.

     Luego está Nacho Montes, gran concursante que ha sabido dar juego enamorándose de muchachos hermosos que adoptaba a modo de mecenas para ilustrarlos ante la vida. Pero resultó que el mecenas no es que no sepa que un lustro son cinco años, sino que le roba al siglo su capacidad de abarcar la centena de años, algo que, con dos carreras o tres o todas esas que uno se inventa y luego restriega a los demás con tanta insolencia, es inadmisible. Hay que suspenderlo, que se haga dos o tres realities más para llegar a la final, en éste no, que ya está ocupada por un usurpador y dos ganadores. Es tiempo de terminar su concurso con la nota que merece su fingida grandeza.

      Y finalmente un Abraham que a dos resúmenes del final se enfunda en una capa de superhéroe para gritar a las cuatro cámaras que nunca se rendirá y mantendrá el fuego hasta la siguiente edición y un poco más allá.

      Lomana se lleva una gran lección de humildad en lo más profundo de su persona enseñada por él mismo y las circunstancias de su compañerismo. Tiene un don innato para respetar la convivencia y ofrecer ayuda y ser ayudado desde una unidad que tal vez no entendamos los que no sabemos en qué consiste una hermandad y que tal vez nos parezca exagerado ese gesto de mano en el pecho, pero va más allá de una pose que nos hace gracia, porque el compañerismo y la fuerza de grupo y la supervivencia de igual a igual se ha desprendido de ese hombre del que siempre hemos sentido que ha sido desperdiciado en la soledad del palafito y que hubiera dado otro rumbo a la edición y una forma de generar la convivencia en el resto muy curiosa y original.

     Y desde luego no tendríamos un ganador repetido hasta la saciedad por ser el mejor en un par de pruebas no aptas para no deportistas ni mujeres o abuelicos de Chipiona. Ese último resumen en el que tanto Abraham como Nacho se tiran al cuello de Lomana gritándole como posesos que él está expulsado, expulsado, tú estás expulsado, que te grito que estás expulsado, y luego el otro también, para dejar bien claro a los que votan que ellos tienen no más sino todos los derechos de ganar frente a él. Y de Nacho no se espera menos, es trafulquero y traicionero, y su marujeo, alcagüeteo y falserío para vender al espectador a sus compañeros a traición ha sido su constante diaria en la isla, no saber mostrar un poco de humildad o un compañerismo del que no tiene seguramente ni su significado ha hecho que lo rechacemos tajantemente en este tramo del concurso, así como a él le gusta, un sablazo inesperado que le corte no la cabeza pero sí esas ínfulas que necesita rebajar y poner a remojo desde su cuarto puesto.

     Decíamos, o más bien gritaban, un estás expulsado a Lomana como esperando que llegara el camión de los desperdicios de telecinco y se lo llevaran. De Abraham sí merece la pena analizar este detalle. "Tú estás expulsado", fuera de todo el sentido de la competitividad dicho por un jugador tramposo y repelente en su forma de competir, no ha habido prueba en la que la presentadora no le haya tenido que llamar la atención más de una y más de dos veces por querer tomar la delantera a sus compañeros con sus maneras poco éticas, y después de llamada la atención seguía con sus trampas sin inmutarse siquiera. Un jugador que se cree el mejor por haber sido el líder una y otra semana sin rivales que batir, en realidad. No es un buen líder el que gana las dos mismas pruebas una y otra vez, sino que el gana distintas pruebas y de variada índole, porque cuando la competición no son olimpiadas con todos los competidores cortados por el mismo patrón y son tan dispares los competidores que van de distintos sexos a distintas edades y distintas condiciones físicas no se puede tener tan poca coherencia por parte de la organización y repetir las mismas pruebas de resistencia sabiendo con certeza que hay concursantes que nunca podrán competir por el liderazgo. Lomana no está expulsado, un buen rival y un buen jugador con deportividad debería saberlo, pero el que se harta de hacer trampas tampoco recuerda que si a Lomana lo echó la votación de la audiencia en aquel momento del concurso, a él, mucho más tarde, después de estar llorando y quejándose semana tras semana de querer irse, una llamada también, la de su padre, es la que le hizo cambiar de opinión y decidió seguir en la competición, con una ayuda externa y mucha, mucha ayuda interna por parte de los que le han organizado pruebas a medida, habrán caido así, pero un poco de modestia para creerse campeón con hombres que le doblan o triplican la edad tampoco estaría mal. Así que menos lobos y recordemos aquel cobardica que ahora se las da de tarzán de la jungla. Que no se las dé de tan superior a Lomana, que además se quedó en la final gracias a robársela descaradamente al que vino de jugar casi en solitario desde el palafito. Generoso Lomana, la deportividad con que asumió un pase a la final que dejaba todo que desear.

      De Yong Li sólo se puede decir que es el concursante perfecto. Se le ha acusado de vago y de pensar sólo en comer, pero Yong es el más joven del grupo y ha sabido jugar la baza del chaval que se niega a hacer las tareas, que se escaquea y luego se hace querer, pero no sólo con ellos, sino también con la audiencia, a parte de ser el ojito derecho del presentador (en contra a la despótica manera con que se dirigía a esa Chiqui que ya no está pero bien merecía la final, bastante más que el que lloraba por irse cuando todo era mucho más duro que después de acostumbrarse), ese presentador con el que ha tenido la ventaja de una complicidad en las conversaciones que no ha desaprovechado para mostrar su lado más gracioso y más pícaro. Yong Li es un auténtico acrata, no ha asumido autoridad alguna y menos la ha impuesto, no ha jugado a que se lo dieran todo hecho sino simplemente a hacer las cosas según y como le parecía sin necesidad de que tuvieran que ser los demás los que complementaran nada. Y además, ha mostrado ser muy buen chaval y con gran corazón, cuando cedió su comida a Bibiana Fernández (que ceder comida para Li no hace falta explicar lo qué significa) desde aquí pensamos que lo hizo por compensar aquella nefasta negociación que decían y que tanto se le echó en cara pero luego comprobamos que fue por un profundo sentimiento de bondad y generosidad para con ella, llegó a quererla como a una madre aunque fuera no lo percibiésemos. La picardía del más pequeño de los hijos que te pillan la vuelta, esa ha sido su única maldad. La inteligencia que tuvo para pedir perdón a una Katia Aveiro altiva, chula y prepotente que se creyó más por encima que nunca después del golpe maestro de nuestro jugador chino que en realidad le asestaba el golpe de gracia a sus intereses por seguir adelante, hasta la final a la que ha llegado por mérito propio y sin necesidad de competir con toda la baraja marcada al beneficio del niño de las pulseras.

     El otro día en el Debate no se hizo mención a la gran cantidad de mensajes que corrían por el twitter denunciando la forma de realizar la prueba entre Lomana y Abraham, pero aun así Alvaro de la Lama no dio paso ni siquiera una vez al representante en plató de Rafa que trató de comentar algo al respecto. Ni lo vimos. Lo importante no es la capacidad que tiene el presentador de anular lo que se está reclamando a gritos desde las gradas, sino comparar esa autoridad a la que ha tenido mientras ha estado en plató el señor Don Kiko Matamoros, que era más bien éste el que daba paso al presentador, y así vamos mal. Sí, la cadena genial, ya sabemos, pero que esto sea un espectáculo y un mero programa de televisión no quita que como concurso haya puntos estrictamente parapetados en la rigidez y seriedad que no se puedan transgredir. Porque luego llegan en todos los otros programas primos hermanos las quejas y las reivindicaciones de chorizos políticos y yernos de reyes y toreros presos con privilegios, pero cada colectivo en su realidad no hace más o menos al de los demás y el abuso es abuso en todas sus formas y todos sus poderes.

     Tanto Yong Li como Lomana han sido auténticos y no han dado ni una sola puñalada trapera a los compañeros (o trasera que diría Nacho Montes, incluso puñalada de cuartos traseros que diría Kiko Hernández). Los dos tienen algo en común, ese Ssangyong que les espera, que como dije a una gran observadora de realities, que es la que me ha traido hasta aquí, ese Ssangyong como su propio nombre indica es muy, muy LI, sí, pero también es muy, muy ENORME. Es cuestión de dos. No más. Y si Yong fue favorito desde el principio para nosotros, cuando en la primera palapa reconocía una Katia chula con privilegios y sólo Yong dio la cara quedándose vendido delante del resto de sus compañeros, Lomana ha sabido sorprendernos desde una posición muchísimo más humilde de la que vende. Ante una situación de peligro, su mano, sin duda, es la más segura. ENORME LOMANA. ENOLME LI.

     Pero terminar no puede ser de otra forma que como lo hicieron ellos, reconociendo el mérito que ha tenido un Rafa Lomana que a pesar de ser absolutamente ignorado en el último debate, donde parece que poco ha importando su chamuscamiento en la prueba y el sufrimiento para nada, aún así les puso la guinda al pastel. Generoso Lomana. Un debate cuyo reinado se lo llevó el peloteo continuo hacia la persona de una Katia Aveiro cantante, a falta de pan toja buenas son tortas latinas calientes de balón consagrado, pero por mucho que insistieran en la no hermana, allí sólo veíamos a la no cantante de Ronaldo, de la que finalmente borraron la perenne sonrisa de aguaplast cuando ignorando absolutamente su "latina de sangre caliente yo soy" terminaron con una imágenes extraordinarias, magníficas, lo mejor que se ha visto en todos los Supervivientes hasta ahora que merezca ser recordado. La más grande de las felicitaciones a quienes hayan editado ese hit de Rafa Lomana y a su protagonista meneando al cabeza desde la palapa, porque han conseguido ese broche de oro a una edición en la que no se puede decir que está expulsado el más que merecido campeón con su hit parade "yo te abrí y si tú me dejas yo te cerraré".

4 comentarios:

  1. Excelentes reflexiones! Ojala observaciones como estas ayuden a mejorar el formato y la dinamica de SV. Pero ya se sabe, vende mas el Salvame Salvaje que Supervivientes en su pura esencia. Esperemos un justo final

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  2. jopetas! no me das tiempo, me toca leer a lo bravo, to seguio... allá voy

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  3. jajajja lo de la PRUEBA DE LÍDER ta cabreao mucho, yo dejé de cabrearme hace ya tiempos, recuerda el lema de los REALITISES: "es mio y si quiero me cago aquí y si quiero me cago aqui... y dejo el mojón flotando en la piscina". asín es y asín será. no te fades muhéeee! que esto es asín Y PUNTO.


    en cuanto a lo del PEGOTE jajajajaj CONCORDO. Y PUNTO.

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  4. ENORME JOTA, ENORME!!!
    Me ha encantao, aunque al Nachete, lo has dejao un poco escamondao jejejejejejee

    A ver que nos espera esta noche

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diferencia entre embudo y tobogán: asesoramiento gatuito para pofesionales de gran hermano

entre manipular y no manipular yo tampoco choi manipular .-edzmundita dixivip6